El astuto gato con botas: resumen del cuento clásico de Perrault
El cuento del gato con botas es una de las historias más conocidas de la literatura infantil. Fue escrito por Charles Perrault en el siglo XVII y ha sido adaptado en diversas ocasiones al cine y al teatro. En esta historia, un astuto gato logra engañar a un rey y a un ogro para conseguir riquezas y poder para su amo, un joven molinero.
El molinero y su gato
El cuento comienza con la presentación del personaje principal, un molinero que tenía tres hijos. Al morir el padre, los tres hermanos se repartieron la herencia, siendo el más joven el que recibió solamente un gato. El joven se lamentaba de su suerte y pensaba que su gato no le serviría de nada. Sin embargo, el gato le habló y le prometió que le ayudaría a conseguir riquezas y poder.
El plan del gato
El gato con botas decidió entonces poner en marcha un plan para mejorar la situación de su amo. Primero, le pidió que le comprara un par de botas y un sombrero. Luego, se fue al bosque y cazó conejos y perdices que llevó al rey como regalo de parte de su amo, el marqués de Carabás. El rey, impresionado por la generosidad del marqués, lo invitó a su palacio.
El engaño al rey
El gato con botas le dijo a su amo que se quitara la ropa y se bañara en el río mientras él se encargaba de todo. Entonces, se dirigió al palacio del rey y le dijo que su amo, el marqués de Carabás, había sido asaltado por bandidos que le habían robado la ropa y lo habían dejado desnudo. El rey, compadecido por el marqués, le prestó ropa y lo invitó a su carruaje para pasear juntos por el campo.
El encuentro con el ogro
En su paseo, el carruaje del rey se encontró con un castillo perteneciente a un ogro. El gato con botas sabía que el ogro era muy rico y tenía muchos tesoros, así que le pidió a su amo que se hiciera pasar por el dueño de ese castillo. El ogro, que era muy poderoso, decidió invitar al marqués y al rey a su casa para cenar. El gato con botas, astutamente, le pidió a su amo que le permitiera hablar con el ogro a solas.
La muerte del ogro
El gato con botas le dijo al ogro que su amo era un gran mago capaz de transformarse en cualquier animal y que si no lo creía, podía probarlo. El ogro, curioso, aceptó el desafío y el marqués se convirtió en un león. Impresionado por la demostración, el ogro le pidió al marqués que se transformara en otro animal, pero esta vez, no pudo volver a su forma humana. El gato con botas había escondido la ropa del marqués y el ogro murió al ver que su invitado se había convertido en un animal.
El marqués de Carabás
El gato con botas volvió con su amo y le contó lo sucedido. El marqués, ahora dueño del castillo y de todos los tesoros del ogro, se hizo llamar el marqués de Carabás y se presentó ante el rey como un hombre muy rico y poderoso. El rey, impresionado por su riqueza, decidió casar a su hija con el marqués de Carabás.
Conclusión
El cuento del gato con botas es una historia de astucia y engaño en la que un gato logra engañar a un rey y a un ogro para conseguir riquezas y poder para su amo, un joven molinero. Aunque el cuento tiene más de 300 años de antigüedad, sigue siendo una historia entretenida y educativa para niños y adultos por igual.
Preguntas frecuentes
¿Qué enseña el cuento del gato con botas?
El cuento del gato con botas enseña la importancia de la astucia y la imaginación para resolver problemas y conseguir objetivos. También muestra el valor de la generosidad y la gratitud.
¿Quién escribió el cuento del gato con botas?
El cuento del gato con botas fue escrito por el escritor francés Charles Perrault en el siglo XVII.
¿Por qué el gato llevaba botas?
El gato llevaba botas para hacerse pasar por un ser humano y conseguir la confianza del rey y del ogro.
¿Por qué el marqués se bañó desnudo en el río?
El gato con botas le pidió a su amo que se bañara desnudo en el río para que pareciera que había sido asaltado por bandidos y así generar compasión en el rey.
¿Qué le sucedió al ogro al final del cuento?
El ogro murió al ver que el marqués de Carabás se había transformado en un animal y no podía volver a su forma humana.
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