Credos Apostólico y Niceno: La esencia de la fe cristiana

La fe cristiana se basa en las enseñanzas de Jesucristo, quien enseñó a sus discípulos a creer en un solo Dios y a seguir sus mandamientos. A lo largo de la historia, la Iglesia ha desarrollado diferentes formas de expresar esta fe, y dos de las más importantes son el Credo Apostólico y el Credo Niceno.
¿Qué es un credo?
Antes de entrar en detalles sobre los credos Apostólico y Niceno, es importante entender qué es un credo. En términos simples, un credo es una declaración de creencias. En el contexto de la religión cristiana, un credo es una declaración de fe que resume las enseñanzas de la Iglesia y explica lo que los cristianos creen acerca de Dios, Jesucristo y otros aspectos importantes de la fe.
El Credo Apostólico
El Credo Apostólico es uno de los credos más antiguos de la Iglesia cristiana. Se cree que fue escrito en el siglo II y se le atribuye a los apóstoles, aunque algunos estudiosos creen que fue escrito por un grupo de cristianos en la iglesia de Roma.
El Credo Apostólico es una declaración relativamente breve que consta de 12 artículos. Estos artículos cubren temas como la creencia en un solo Dios, la encarnación de Jesucristo, la resurrección de los muertos y la vida eterna. Aquí está el texto completo del Credo Apostólico:
"Creo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna. Amén."
El Credo Niceno
El Credo Niceno fue escrito en el siglo IV durante el Concilio de Nicea, que se llevó a cabo en el año 325 d.C. El concilio fue convocado por el emperador romano Constantino para resolver una disputa en la Iglesia sobre la naturaleza divina de Jesucristo.
El Credo Niceno es una declaración más larga y detallada que el Credo Apostólico, y consta de 18 artículos. Estos artículos cubren temas como la naturaleza de Dios, la naturaleza divina y humana de Jesucristo, el Espíritu Santo y la Iglesia. Aquí está el texto completo del Credo Niceno:
"Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible e invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén."
La importancia de los credos
Tanto el Credo Apostólico como el Credo Niceno son importantes para la fe cristiana porque resumen las enseñanzas fundamentales de la Iglesia y explican lo que los cristianos creen acerca de Dios, Jesucristo y otros aspectos importantes de la fe. Los credos son una forma útil de enseñar la fe a los nuevos creyentes y de recordar a los creyentes establecidos lo que creen y por qué lo creen.
Preguntas frecuentes
¿Son los credos la única forma de expresar la fe cristiana?
No, los credos no son la única forma de expresar la fe cristiana. La Biblia es la fuente principal de la enseñanza cristiana, y los cristianos también pueden expresar su fe a través de la oración, la adoración y la vida diaria.
¿Por qué hay dos credos diferentes?
Hay dos credos diferentes porque fueron escritos en diferentes momentos de la historia de la Iglesia para abordar diferentes cuestiones teológicas. El Credo Apostólico se escribió en el siglo II y se centró en la creencia en un solo Dios y en Jesucristo como el Hijo de Dios. El Credo Niceno se escribió en el siglo IV y se centró en la naturaleza divina de Jesucristo y en la relación entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
¿Los cristianos deben creer en los credos?
Los cristianos no están obligados a creer en los credos como un requisito para ser cristianos. Sin embargo, los credos son una forma útil de resumir la fe cristiana y de enseñarla a otros.
¿Los credos se utilizan en todas las denominaciones cristianas?
No todas las denominaciones cristianas utilizan los credos, aunque son comunes en la Iglesia católica, la Iglesia ortodoxa y muchas denominaciones protestantes.
¿Los credos han cambiado a lo largo de la historia de la Iglesia?
Sí, los credos han evolucionado a lo largo de la historia de la Iglesia. El Credo de Nicea se revisó en el Concilio de Constantinopla en el año 381 d.C. para incluir una declaración sobre el Espíritu Santo, y se agregaron otras declaraciones a lo largo de los siglos. Sin embargo, la esencia de los credos Apostólico y Niceno ha permanecido sin cambios.
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